Por una semana laica y sin adoctrinamiento popular.
Año tras año, vemos como el matrimonio entre los poderes gubernamentales del PP y los eclesiásticos se consolidan. Ambos cónyuges se buscan y se encuentran cómodos con la relación. Cantan himnos como “El novio de la muerte” junto a los legionarios (cuerpo militar franquista); cuelgan banderas a media asta en los cuarteles de las fuerzas Armadas por la muerte de Cristo y dan toques de campana en los tronos o pasos como ilustres cofrades.
Esta práctica muy extendida ya en Andalucía, se prolonga a ambas Castillas, León, Canarias y Región de Murcia. Este año Málaga se ha convertido en el epicentro de esta exaltación divina con la llegada de cuatro ministros: Zoido (Ministro de Interior), Cospedal (Ministra de Defensa), Catalá (Ministro de Justicia) y Méndez de Vigo (Ministro de Educación). Nunca hubo tanta representación gubernamental en el jueves santo malagueño, una fiesta de exaltación militar y religiosa.
No es solo tradición mal entendida, es la búsqueda de legitimación del poder político por el eclesiástico y del eclesiástico como refrendo de jerarquización que quizás le falta en la base, pero no en las cúpulas o altas esferas político-económicas del Reino de España.
Les recuerdo que España es un estado aconfesional desde 1978 “ Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.” art. 16.3, Constitución española. La Constitución no está solo para poner en práctica el art. 155. Hay que gobernar para todos y todas y con estas acciones desprecian a los españoles que no se sienten representados con sus creencias religiosas. Esto no recuerda mucho al pasado, vuelve la “formación del espíritu nacional” de entonces.
Ante estas prácticas religiosas, partidos electos como PSOE miran para otro lado. No parece su problema. Es repugnante ver a partidos que se tildan de izquierdas, ponerse de perfil y no posicionarse y permanecer en su ambigüedad habitual . No hay separación de Iglesia y Estado en esta falsa democracia española.
Pero que podemos esperar de estos partidos, PP-PSOE-CS, que gracias a sus votos l a Ley de Amnistía de 1977 seguirá funcionando como una ley de punto final de la dictadura franquista que tapona las peticiones de verdad, justicia y reparación tanto de las víctimas del franquismo como de los más diversos organismos internacionales en defensa de los Derechos Humanos.
Desde Alternativa Republicana Málaga , hacemos un llamamiento a toda aquella persona o grupo que quiera adherirse a este comunicado que lo haga. Nos ofrecemos a ser portador de toda queja y nos comprometemos como partido de izquierdas y republicano, a defender un Estado aconfesional. Uno de nuestros principios básicos es la necesidad de extirpar de este país los privilegios clericales y el poder de la Iglesia y sus organizaciones afines, que desde la dictadura parasitan en nuestra hacienda, nuestra educación y nuestra vida pública. Respetando la libertad de culto, la separación definitiva de la Iglesia y el Estado , y el laicismo serán señas de identidad de nuestro modelo de República.
Juan Miguel Acejo Millán
Secretario provincial de Alter Málaga
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