En
relación al artículo a dos
páginas titulado “Hablemos
de la otra desbandada” aparecido
en el Diario La Opinión de
Málaga el pasado domingo 31
de julio de 2016.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/07/31/hablemos-desbandada/867207.html
Desde
la Agrupación Provincial de Málaga de Alternativa Republicana
queremos realizar las siguientes apreciaciones:
Resulta
cuanto menos sorprendente que el articulista (Guillermo Jiménez
Smerdou) titule su artículo como “Hablemos de la otra desbandada”,
refiriéndose a los numerosos grupos de familias que embarcaron en
mercantes para abandonar Málaga en el periodo de nuestra Guerra
Civil.
Independientemente
de la opinión personal y partidista del periodista, todo articulo y
sobre todo histórico debe ceñirse fielmente a la cruda realidad de
la época: Habla este Sr. que su familia corría peligro y por ello
su tío Porfirio Smerdou (cónsul de México) les ayudó a abandonar
la ciudad. Se olvida este señor que aparte de su familia y otras
familias que corrían peligro real a causa de los asesinatos que se
cometen en Málaga de forma indiscriminada, toda la población
malagueña se enfrentaba a otro peligro: el de los bombardeos. Málaga
sufrió sin contar la matanza de la carretera Málaga-Almeria , más
de 70 ataques aéreos, varios especialmente cruentos, entre ellos el
22 de agosto de 1936 donde se bombardean los depósitos de Huelin y
mueren más de 50 personas (1), entre ellos muchos niños de corta
edad (de los mismos años y menores que el niño que era entonces
Guillermo Jiménez Smerdou)
1º.
¿Cuántos muertos se produjeron en esos barcos mercantes que
salieron escoltados la mayoría de veces por buques de guerra
alemanes e italianos?
Resulta
vergonzante el colocar ese calificativo para comparar la desbandá de
Málaga en la que miles de personas a principios de febrero de 1937
fueron masacradas por fuego aéreo y naval con la mal calificada otra
desbandada de Guillermo Jiménez, que consistió en una evacuación,
por supuesto dolorosa, pero en la que no hubo ni una sola víctima.
Además habla de la escolta “paternal” que les otorga un gran
buque de guerra alemán: el acorazado Deutschland, buque que unos
meses más tarde se dedicará impunemente a bombardear la ciudad y
población civil de Almería.
2º
. Cuando el Sr Smerdou habla de batalla naval se equivoca de pleno en
su relato histórico…
Afirma
en el citado artículo que presenció en directo la batalla entre el
crucero Canarias, al mando de oficiales sublevados contra dos buques
de guerra fieles a la República (El Gravina y el Ferrándiz). Y
afirma con total convicción que el Gravina se hundió y el Ferrándiz
con una gran brecha puso rumbo a Málaga.
En
la citada batalla naval conocida como la del cabo Espartel y
ocurrida en la madrugada del 29 de septiembre de 1936, el crucero
Canarias solo tuvo contacto con el destructor Ferrándiz al que
divisó y disparó varias salvas a larga distancia consiguiéndolo
hundir frente a las costas de Estepona (sus restos descansan a 18
millas al sur de Calaburras) por tanto este destructor republicano no
puso rumbo a Málaga con una brecha, sino que fue hundido rápidamente
por el crucero sublevado Canarias en un desigual combate naval.
El
destructor Gravina en ningún momento se enfrentó al Canarias ni fue
hundido por este buque como afirma Guillermo Jiménez. El
enfrentamiento fue con otro crucero sublevado, en este caso el
Almirante Cervera, el destructor Gravina consiguió huir a toda
máquina y se refugió en el puerto de Casablanca donde permaneció
hasta principios de noviembre cuando el capitán de corbeta Luis
González de Ubieta, fiel a la República, se hizo cargo del buque
consiguiendo zarpar poniendo rumbo a Cartagena donde arriba sin
ninguna novedad el 9 de noviembre de 1936. (2)
Fuentes:
(1)
Archivo municipal de Málaga, Registro de Cementerios, Legajos 4601 a
4603. Órdenes de Sepelio, muertos a causa de heridas por cascos de
metralla y aplastamiento.
(2)
Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán.
(2)
Fernando y Salvador Moreno de Alborán, La Guerra Silenciosa y
Silenciada.
(2)
Luis Miguel Cerdera, Málaga: base naval accidental.
(2)
Michael Alpert, La Guerra Civil Española en el mar.
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