viernes, 5 de agosto de 2016

¿Hablemos de la otra desbandada? Revisionismo histórico con intencionalidad política



En relación al artículo a dos páginas titulado “Hablemos de la otra desbandada” aparecido en el Diario La Opinión de Málaga el pasado domingo 31 de julio de 2016. http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/07/31/hablemos-desbandada/867207.html
Desde la Agrupación Provincial de Málaga de Alternativa Republicana queremos realizar las siguientes apreciaciones:

Resulta cuanto menos sorprendente que el articulista (Guillermo Jiménez Smerdou) titule su artículo como “Hablemos de la otra desbandada”, refiriéndose a los numerosos grupos de familias que embarcaron en mercantes para abandonar Málaga en el periodo de nuestra Guerra Civil.

Independientemente de la opinión personal y partidista del periodista, todo articulo y sobre todo histórico debe ceñirse fielmente a la cruda realidad de la época: Habla este Sr. que su familia corría peligro y por ello su tío Porfirio Smerdou (cónsul de México) les ayudó a abandonar la ciudad. Se olvida este señor que aparte de su familia y otras familias que corrían peligro real a causa de los asesinatos que se cometen en Málaga de forma indiscriminada, toda la población malagueña se enfrentaba a otro peligro: el de los bombardeos. Málaga sufrió sin contar la matanza de la carretera Málaga-Almeria , más de 70 ataques aéreos, varios especialmente cruentos, entre ellos el 22 de agosto de 1936 donde se bombardean los depósitos de Huelin y mueren más de 50 personas (1), entre ellos muchos niños de corta edad (de los mismos años y menores que el niño que era entonces Guillermo Jiménez Smerdou)

1º. ¿Cuántos muertos se produjeron en esos barcos mercantes que salieron escoltados la mayoría de veces por buques de guerra alemanes e italianos?
Resulta vergonzante el colocar ese calificativo para comparar la desbandá de Málaga en la que miles de personas a principios de febrero de 1937 fueron masacradas por fuego aéreo y naval con la mal calificada otra desbandada de Guillermo Jiménez, que consistió en una evacuación, por supuesto dolorosa, pero en la que no hubo ni una sola víctima. Además habla de la escolta “paternal” que les otorga un gran buque de guerra alemán: el acorazado Deutschland, buque que unos meses más tarde se dedicará impunemente a bombardear la ciudad y población civil de Almería.

2º . Cuando el Sr Smerdou habla de batalla naval se equivoca de pleno en su relato histórico…

Afirma en el citado artículo que presenció en directo la batalla entre el crucero Canarias, al mando de oficiales sublevados contra dos buques de guerra fieles a la República (El Gravina y el Ferrándiz). Y afirma con total convicción que el Gravina se hundió y el Ferrándiz con una gran brecha puso rumbo a Málaga.

En la citada batalla naval conocida como la del cabo Espartel y ocurrida en la madrugada del 29 de septiembre de 1936, el crucero Canarias solo tuvo contacto con el destructor Ferrándiz al que divisó y disparó varias salvas a larga distancia consiguiéndolo hundir frente a las costas de Estepona (sus restos descansan a 18 millas al sur de Calaburras) por tanto este destructor republicano no puso rumbo a Málaga con una brecha, sino que fue hundido rápidamente por el crucero sublevado Canarias en un desigual combate naval.

El destructor Gravina en ningún momento se enfrentó al Canarias ni fue hundido por este buque como afirma Guillermo Jiménez. El enfrentamiento fue con otro crucero sublevado, en este caso el Almirante Cervera, el destructor Gravina consiguió huir a toda máquina y se refugió en el puerto de Casablanca donde permaneció hasta principios de noviembre cuando el capitán de corbeta Luis González de Ubieta, fiel a la República, se hizo cargo del buque consiguiendo zarpar poniendo rumbo a Cartagena donde arriba sin ninguna novedad el 9 de noviembre de 1936. (2)

Fuentes:
(1) Archivo municipal de Málaga, Registro de Cementerios, Legajos 4601 a 4603. Órdenes de Sepelio, muertos a causa de heridas por cascos de metralla y aplastamiento.
(2) Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán.
(2) Fernando y Salvador Moreno de Alborán, La Guerra Silenciosa y Silenciada.
(2) Luis Miguel Cerdera, Málaga: base naval accidental.
(2) Michael Alpert, La Guerra Civil Española en el mar.


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